El ayuno.
El ayuno es una guerra espiritual. El ayuno
necesita que al tiempo de hacerlo, lo acompañemos con la oración y que nos
dejemos guiar por el Espíritu Santo.
Ayunar para que la gente que nos rodea tenga la
impresión de que somos "santos" o para que tengan una impresión
diferente a la que tiene, invalidaría
inmediatamente lo que intentamos hacer al hacer el ayuno. De hecho, hacerlo
por las motivaciones erróneas, no sólo invalida el ayuno, sino que podríamos
incurrir en el pecado de orgullo.
Ayunar por motivaciones inapropiadas podría hacer que
causemos un mal en vez de un bien.
La Biblia nos
dice que en qué consiste el ayuno falso. Veamos:
Los israelitas hicieron del ayuno un ritual y muchas
veces llegaban al extremo de anunciar públicamente que estaban ayunando o que
se disponían a hacerlo. ¡Este tipo de
ayuno público no impresiona a Dios!
En una ocasión Dios usó a su profeta Isaías y les
anunció que Él no notaba sus ayunos porque ellos lo hacían para vanagloriarse a
sí mismos y no por las motivaciones correctas.
Ayunar es un periodo de enfoque espiritual el cual se logra a través de
un tiempo de una cuidadosa auto negación. Una disciplina enseñada en la Biblia,
ayunar es una señal externa de una actitud enfocada interna. No es acerca de
privarse de algo, es acerca de una reflexión interna. Vivimos en una época que
estimula la autocomplacencia, pero este enfoque no provee un ambiente adecuado
para nuestra vida de oración. Al pasar a través de un periodo sin alimentos,
nos recordamos de nuestra dependencia en Dios. Ayunar es un tiempo cuando la
comida espiritual reemplaza la comida física. Substituimos la oración por la
comida. Al hacer esto, podemos edificar una relación más estrecha con Dios.
El ayuno ha sido
una antigua y constante tradición cristiana. Al negarnos intencionalmente de
nuestras propias necesidades y humillarnos por un periodo de tiempo, estamos
mejor capacitados para enfocarnos en la voluntad de Dios y sus planes para
nuestras vidas. Estamos siguiendo el ejemplo de Jesús cuando Él invirtió 40
días en el desierto esforzándose por comprender la voluntad y llamado de Dios
sobre su vida. El ayunar le ofrece más tiempo para la oración. Usted podría
usar el tiempo que regularmente ocupa para comer como un tiempo de oración por
lo que Dios quiere hacer entre nosotros mientras continuamos activamente
IMAGINANDO UN LUGAR en donde el Reino de Dios se manifieste entre nosotros.
El
ayuno no es solo para los extremistas
El ayuno es considerado una disciplina espiritual y ha sido usado a través
de los siglos con excelentes resultados. De hecho, Juan Wesley no ordenaba a
sus predicadores a menos que ellos estuvieran de acuerdo en ayudar dos días por
semana.
¿CUÁL ES EL PROPÓSITO DE AYUNAR?
Bíblicamente, los propósitos del ayuno son:
Ser como Jesús (Mateo
4:1–17; Lucas 4:1–13)
Aumentar la fe (Mateo
17:20–21)
Para adquirir pureza espiritual
(Isaías 58:5–7)
Arrepentimiento de pecados (Jonás
3:8; Nehemías 1:4, 9:1–3; 1 Samuel 14:24)
Pedir ayuda de Dios en tiempos
de crisis (Esdras 8:21–23; Nehemías 1:4–11)
Fortalecer la oración (Marcos
9:17–29; Hechos 10:30; 1 Corintios 7:5)
Para unirse a la tristeza
de alguien que tuvo un ser querido que falleció (1 Sam. 31:13; 2
Sam. 1:12).
¿CÓMO SE AYUNA?
Una de las prácticas importantes de la vida Cristiana es el ayuno. Tal
vez muchos saben algunas cosas que se hacen (o se dejan de hacer), pero no
necesariamente es evidente el por qué se hace o cómo.
EL AYUNO ES UNA DISCIPLINA ESPIRITUAL.
Ayunar, en el sentido clásico, es dejar de comer y utilizar el tiempo
que tardarías en preparar y/o comer una comida en oración y lectura bíblica –
no sólo acercándote más a Dios y pasando tiempo con Él, sino dejando que Dios
moldee tu corazón y tu carácter al Suyo.
Los dolores del hambre que llegan deben ser recordatorios de nuestra
necesidad de conocer más a Jesús y de que “la gente no vive sólo de
pan, sino de cada palabra que sale de la boca de Dios” (Mateo 4:4).
El verdadero ayuno
"«¡Clama a
voz en cuello, no te detengas, alza tu voz como una
trompeta! ¡Anuncia a mi pueblo su rebelión y a la casa de Jacob su
pecado! Ellos me buscan cada día y quieren saber mis caminos, como
gente que hubiera hecho justicia y que no hubiera dejado el derecho de su
Dios. Me piden justos juicios y quieren acercarse a Dios.
Dicen:
"¿Por qué ayunamos y no hiciste caso, humillamos nuestras almas y no te diste por entendido?" He aquí que en el día de vuestro ayuno buscáis vuestro propio interés y oprimís a todos vuestros trabajadores. He aquí que para contiendas y debates ayunáis,
y para herir con el puño inicuamente; no ayunéis como lo hacéis hoy, para que vuestra voz sea oída en lo alto. ¿Es este el ayuno que yo escogí: que de día aflija el hombre su alma, que incline su cabeza como un junco y haga cama de telas ásperas y de ceniza?
¿Llamaréis a esto ayuno y día agradable a Jehová? El ayuno que yo escogí, ¿no es más bien desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, dejar ir libres alos quebrantados y romper todo yugo?" Isaías 58:1-6.
"¿Por qué ayunamos y no hiciste caso, humillamos nuestras almas y no te diste por entendido?" He aquí que en el día de vuestro ayuno buscáis vuestro propio interés y oprimís a todos vuestros trabajadores. He aquí que para contiendas y debates ayunáis,
y para herir con el puño inicuamente; no ayunéis como lo hacéis hoy, para que vuestra voz sea oída en lo alto. ¿Es este el ayuno que yo escogí: que de día aflija el hombre su alma, que incline su cabeza como un junco y haga cama de telas ásperas y de ceniza?
¿Llamaréis a esto ayuno y día agradable a Jehová? El ayuno que yo escogí, ¿no es más bien desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, dejar ir libres alos quebrantados y romper todo yugo?" Isaías 58:1-6.
El tipo
de ayuno que agrada a Dios
El ayuno verdadero, el que agrada a Dios: ayunar es más bien compartir con los pobres y con los
hambrientos, no oprimir al desvalido y comenzar a tratar al pobre con equidad,
dándoles lo que se ganan; es compartir nuestras bendiciones con los demás y
Dejar de pelearnos entre sí, entre otras cosas.
En el texto bíblico
podemos ver que los israelíes ayunaban pero continuaban sus injusticias y Dios
les pregunta para qué sirve ayunar si se continúa viviendo una vida de peleas,
trifulcas y abuso. ¡Este tipo de ayuno
nunca agradaría a Dios!
El ayuno es una guerra espiritual, es una capacitación, un entrenamiento
para vivir en lo sobrenatural, es el mecanismo que nos ayuda a comprender y
entender el mundo espiritual para poder vivir en el espíritu y dejar de lado
las obras de la carne.
A través del
ayuno encontramos la manera de morir a la carne (Apc. 3; 2)
A través del ayuno
aprendemos a sujetar nuestro carácter a la voluntad de Dios.
Isaías 58: 1: Clama a voz en cuello, no te detengas; alza tu voz como
trompeta, y anuncia a mi pueblo su rebelión, y a la casa de Jacob su pecado.
El pueblo de Israel estaba ayunando, pero su ayuno no estaba siendo
aprobado por Dios, había pecado en el corazón del pueblo, a Dios no le estaba
agradando su ayuno por esto Dios le dijo al profeta Isaías que le hablara a su
pueblo para corregir lo que estaban haciendo mal con respecto al ayuno.
La voluntad de Dios es buena agradable y perfecta (Rom. 12: 2). Él
quiere lo mejor para su pueblo, la voluntad de Dios es bendecirnos a través del
ayuno, que podamos recibir respuesta y crecer espiritualmente, por esta razón
es necesario que Dios nos enseñe a ayunar correctamente.
Isaías 58: 2: Que me buscan
cada día, y quieren saber mis caminos, como gente que hubiese hecho justicia, y
no hubiese dejado la ley de su Dios; me piden justos juicios, y quieren
acerarse a Dios.
El pueblo de Israel estaba buscando a Dios cada día pero lo hacían de
manera equivocada, ellos querían saber los caminos del Señor pero no actuaban
con justicia, su corazón estaba muy lejos de agradar a Dios, habían dejado la
ley de Dios, caminaban de acuerdo a su propio razonamiento, su alma estaba
llena de maldad.
El pueblo ayunaba para que Dios les hiciera justicia, pero su actitud
injusta con sus semejantes no se los permitía, por esta causa Dios les advierte
a través del profeta Isaías para que cambien de forma de pensar, para que
renueven su mente y entonces así puedan agradar a Dios dentro y fuera del
ayuno.
Isaías 58: 3: ¿Por qué dicen, ayunamos y no hiciste caso; humillamos
nuestras almas, y no te diste por entendido?...
El pueblo le estaba reclamando a Dios porque no se daba por entendido,
no respondía a su ayuno, no estaban conformes con Dios; ellos pensaban que
después de su ayuno la mano de Dios vendría a hacer todo lo que ellos habían
pedido.
El ayuno tiene más que ver con Dios y su propósito que con nuestros
propios deseos y nuestra propia voluntad.
Para ayunar es necesario conocer la voluntad de Dios, saber si nuestro
ayuno va de acuerdo al propósito de Dios en nuestras vidas, es algo muy similar
a la oración.
Dios le pregunta al pueblo porqué razón le preguntaban eso, acaso ellos
no sabían que su corazón estaba lejos de Él.
Para ayunar es más importante preparar nuestro corazón que nuestro
estómago.
…He aquí que en el día de
vuestro ayuno buscáis vuestro propio gusto, y oprimís a todos vuestros
trabajadores.
La conducta del pueblo era un obstáculo para que el ayuno ascendiera a
la presencia de Dios.
En primera instancia, el pueblo estaba buscando a través del ayuno su
propio gusto, mas no la voluntad de Dios
Y en segunda instancia, tenían una actitud impía con sus trabajadores,
su corazón no estaba lleno de pureza, de amor y de misericordia que es la
naturaleza de Dios.
Se requería de un cambio en el ayuno para poder recibir respuesta de
Dios.
Isaías 58: 4: He aquí que para contiendas y debates ayunáis y para
herir con el puño inicuamente...
El propósito con el cual estaban ayunando era para contender con sus
conciertos y para contender, mas no para que Dios tuviera misericordia. La
palabra de Dios dice: Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid
a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os
ultrajan y os persiguen (Mateo 5: 44).
Sin duda alguna la postura del corazón del pueblo estaba fuera de la
voluntad y el propósito de Dios; había que pagar bien por mal, pero ellos
estaban pagando mal por mal igual que el mundo, buscaban venganza y daban lugar
a la ira de Dios.
...no ayunéis como hoy, para que vuestra voz sea oída en lo alto.
La recomendación de Dios es clara, cambien de manera de ayunar para que
puedan obtener una respuesta de Dios y recibir todas sus promesas y sus
bendiciones, todos los beneficios del ayuno.
Dios siempre estará tratando de corregirnos, de instruirnos y de
enseñarnos el camino correcto por donde debemos andar, la manera correcta de
hacer las cosas en Él y para Él.
Isaías 58: 5: ¿Es tal el
ayuno que yo escogí, que de día aflija el hombre su alma, que incline su cabeza
como junco, y que haga cama de cilicio y de ceniza?
¿Llamaréis esto ayuno, y día agradable a Jehová?
El ayuno que Dios aprueba será llamado día agradable a Jehová.
La palabra de Dios dice: Cuando
ayunes, no seáis austeros, como los hipócritas; porque ellos demudan sus
rostros para mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os digo que ya tienen
su recompensa, Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro, Para no
mostrar a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu
Padre que ve en lo secreto te recompensará en público. (Mateo 6:16-18).
El
tipo de ayuno que sí agrada a Dios:
Cuando ayunemos
debemos hacerlo con humildad parar buscar la presencia de Dios. Si lo
hacemos para que la gente nos vea, ese ayuno será inaceptable ante Dios.
Durante el período
de ayuno, debemos ayunar más para alimentar a nuestro espíritu que a nuestra carne. Como la tendencia natural es que
la carne domine más que el espíritu, debemos alimentar al espíritu para que
siempre termine haciendo lo que el Espíritu de Dios desea en nuestras vidas y
así no andaremos satisfaciendo la carne. El apóstol Pablo nos dio esta
recomendación: "Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis
los deseos de la carne, porque el deseo de la carne es contra el Espíritu y el
del Espíritu es contra la carne; y estos se oponen entre sí, para que no hagáis
lo que quisierais". Gálatas 5:16-17
Cuando ayunamos para mostrar nuestro ayuno a los hombres, más no al
Señor, será algo vanaglorioso y muy religioso, fuera de la voluntad de nuestro
Padre celestial.
Ayunar para los hombres no traerá ninguna recompensa de parte de Dios,
por esta razón Dios insistía a través del profeta Isaías al pueblo que hicieran
el ayuno de manera correcta, un ayuno que fuera aprobado por Dios.
Isaías 58: 6: ¿No es más bien el
ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad?...
Dios nos aclara el propósito por el cual Él quiere que ayunemos y nos
dice claramente:
Desatar las ligaduras de
impiedad. Cuando llegamos a Jesús traemos nuestra vida llena de ataduras que nos
ha dejado el mundo, estamos contaminados de las costumbres y tradiciones de los
hombres, llenos de envidia, rencores, odio maldad y un sinnúmero de actitudes
que desagradan a Dios, es por consiguiente que todo creyente requiere de una
renovación de la mente, de un cambo de forma de pensar, de un vestido nuevo (Efesios
4: 22- 24).
La naturaleza del hombre está contaminada a causa del pecado y por
consiguiente necesitamos limpiarnos de todo peso de maldad y ser como niños en
nuestra manera de pensar.
Es necesario consagrarnos, santificarnos y apartarnos de la impiedad ya
que la naturaleza de Dios está basada en el amor, la misericordia y la piedad (1
Tim. 6: 3 - 1 Timoteo 6: 6 - Tito 2: 12 - 1 Tim, 4:7 - 2 Pedro 1: 6,7).
...soltar las cargas de opresión?...
El evangelio es una guerra espiritual que libramos día a día, esta
guerra nos oprime y nos debilita, es por consiguiente que el creyente ayune
para recibir nuevas fuerzas espirituales y caminar victorioso en el camino del
Señor.
La opresión nos produce angustia, impotencia y nos separa de la paz
espiritual que Dios nos ofrece a través del Espíritu Santo en nuestras vidas.
El creyente debe ayunar para colocar todas sus cargas y ansiedades en la
presencia de Dios. Jesús dio: Venid a mí todos los que estáis trabajados
y cargados, y yo os haré descansar. (Mateo 11: 28).
A través del ayuno podemos
buscar la paz de Dios y descansar en su presencia, nos entrenamos para
depositar en Dios todas nuestras ansiedades sabiendo que Él tiene cuidado de
nosotros, y toso esto se logra con fe.
En el ayuno podemos entregar a Dios todas las preocupaciones y vivir
confiados en Él, en sus promesas y en su fidelidad.
...y dejar ir librea los quebrantados...
Los Israelitas tenían esclavos en sus haciendas y algunas veces estos
estaban enfermos y quebrantados, pero a sus dueño no les importaba eso, así
enfermo tenían que cumplir con todas sus tareas y labores cotidianas, sin
embargo los amos iban a ayunar y a clamar a Dios por justicia, sin duda alguna
Dio no estaba agradado con esa conducta impía, era necesario cambiar de actitud
para que el ayuno era agradable y aceptable ante Dios.
...y que rompáis todo
yugo?...
El propósito del ayuno es un cambio radical en el creyente, salir de las
pasiones desordenadas que hemos traído del mundo, dejar de lado el pecado
oculto, los vicio, la idolatría que nos impide agradar a Dio y servirle como él
quiere que lo hagamos.
La consagración y santificación es un punto clave para que todo creyente
pueda dar un buen testimonio ante Dios y los hombres.
A través del ayuno lograremos romper esas cadenas que nos atan y ser
libres de toda ligadura y todo pecado oculto. Jesucristo dijo: Y
conoceréis la verdad, la verdad o hará libres. (Juan 8: 32).
Isaías 58: 7: ¿No es que partas tu pan con el hambriento?...
El pueblo ayunaba, pero tenía una actitud egoísta, no estaban dispuestos
a compartir con el necesitado, y esto no les permitía acercarse a Dios
verdaderamente, estaban actuando en contra de la voluntad y la naturaleza de
Dios.
A través dl ayuno logramos cambiar de forma de ser, aún más, Dios cambia
nuestra genética y nos hace mejores personas, por eso es tan importante que el
creyente ayune conociendo el verdadero propósito del ayuno.
Es necesario sacar el egoísmo y toda impiedad de nuestras vidas, hacer
morir la carne para vivir en el espíritu.
...y a los pobres errantes albergues en casa?...
Para el pueblo de Israel lo más importante era la fiesta de Jerusalén,
ir al templo a ofrecer su sacrificio, para lo cual se formaban largas caravanas
que iban a Jerusalén a adorar, estas venían de todas la provincias con sus
familias y muchos de ellos no encontraban donde reposar, donde alojarse, de
modo que andaban errantes en Jerusalén y sus alrededores y aunque aquello
judíos también los veía pasaban desapercibidos ante tal necesidad y sin embargo
ayunaban como gente que hubiese hecho justicia y misericordia a su hermano,
había hipocresía en el corazón de ellos, por esta causa Dios no atendía a su
petición y a su ayuno.
...que cuando veas al
desnudo lo cubras?...
Una vez más Dios les hace ver su indiferencia ante la necesidad ajena,
su falta de misericordia y piedad; sin duda alguna el pueblo necesitaba un
cambio y para eso estaba el ayuno, para que pudieran cambiar.
Muchas veces queremos que los demás cambien y ayunamos para eso sin
darnos cuenta que Dios quiere que seamos nosotros los que cambiemos primero
para que relejemos su luz que está en nuestras vidas y poder así dar un buen
testimonio como hijos de Dios.
Jesús enseñó la parábola del buen samaritano (Lucas 10: 30 - 37).
...y no te escondas de tu
hermano?...
La comunión en el espíritu es fundamental para todo creyente porque
pertenecemos al cuerpo de Cristo, somos miembros de él y debemos permanecer
unidos en amor (1 Juan 1: 7).
Había hipocresía por esta razón se escondían de sus hermanos; el ayuno
os ayudará a cambiar de actitud, a dejar de lado el temor y arrogancia, la
vanagloria y el orgullo, así como también la falta de perdón y la baja auto
estima.
Hoy Dios nos quiere enseñar el verdadero propósito por el cual debemos
ayunar, para ser creyentes victoriosos llenos del Espíritu santo y con frutos
espirituales. La Biblia dice: Por sus frutos los conoceréis (Mateo
7:16 7: 20).
RESPUESTA ANTE EL AYUNO APROVADO POR DIOS
Isa 58:8 Entonces
nacerá tu luz como el alba, y tu salvación se dejará ver pronto; e irá tu
justicia delante de ti, y la gloria de Jehová será tu retaguardia.
El ayuno aprobado
por Dios trae respuestas y una de ellas es el cumplimiento de las promesas de
Dios en nuestras vidas.
Cuando ayunamos
correctamente, se cumple el propósito de Dios que es bendecirnos, andar en luz
y caminar en justicia, todo esto se hace notar públicamente, Dios exhibe
nuestra justicia y hace manifiesta su luz en nuestras vidas.
Isa
58:9 Entonces
invocarás, y te oirá Jehová; clamarás, y dirá él: Heme aquí. Si quitares de en
medio de ti el yugo, el dedo amenazador, y el hablar vanidad;
El verdadero
ayuno nos acerca mucho más a Dios, mejora nuestra comunión con Él, Dios nos
responde de inmediato, no solamente a nuestro propósito de ayuno sino a todas
nuestras peticiones, si acompañamos el ayuno haciendo también su voluntad, que
en este caso sería dejar las amenazas, apartarnos del pecado y de la vanidad
del mundo.
Isa
58:10 y si dieres tu pan al hambriento, y saciares al alma afligida, en las
tinieblas nacerá tu luz, y tu oscuridad será como el mediodía.
Las promesas
condicionadas de Dios siempre se cumplirán porque Dios no miente, Él es fiel;
pero algunas veces no cumplimos lo que Él nos está exigiendo, entonces el ayuno
se vuelve infructuoso.
Si queremos que
nuestro ayuno de fruto y respuesta de Dios, necesitamos cumplirle a Dios sus
condiciones.
Indudablemente,
si cumplimos, caminaremos en perfecta luz delante de Dios y de los hombres.
Isa
58:11 Jehová te pastoreará siempre, y en las sequías saciará tu alma, y dará
vigor a tus huesos; y serás como huerto de riego, y como manantial de aguas,
cuyas aguas nunca faltan.
Este es el punto
más importante del verdadero ayuno, el reconocimiento de Dios como pueblo suyo,
Dios nos ve como verdaderos hijos y nos rodea con su infinita gracia.
Isa
58:12 Y los tuyos edificarán las ruinas antiguas; los cimientos de generación
y generación levantarás, y serás llamado reparador de portillos, restaurador de
calzadas para habitar.
La promesa de
Dios en el verdadero ayuno trasciende a nuestra descendencia, ellos también
serán herederos de esa promesa por causa del ayuno aprobado por Dios, de modo
que el verdadero ayuno no es cualquier cosa, es un manantial de vida sin límites
y una fuente inagotable de bendiciones.
Isa
58:13 Si retrajeres del día de reposo tu pie, de hacer tu voluntad en mi día
santo, y lo llamares delicia, santo, glorioso de Jehová; y lo venerares, no
andando en tus propios caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando tus
propias palabras,
El verdadero
ayuno nos lleva a tomar la decisión de depender de Dios y no de nuestras
propias fuerzas, la decisión Hacer la voluntad de Dios y no la nuestra, a vivir
de acuerdo a su propósito y morir a nuestro yo.
Isa
58:14 entonces te deleitarás en Jehová; y yo te haré subir sobre las alturas
de la tierra, y te daré a comer la heredad de Jacob tu padre; porque la boca de
Jehová lo ha hablado.
Dios lo
reconfirma en su Palabra y es por eso que cuando ayunemos, debemos estar bien
ubicados con respecto al propósito de
Dios en el ayuno y la postura de nuestro corazón para poder obtener los
resultados y beneficios que esperamos al ayunar.
Importancia de la cobertura en el ayuno
Hemos entendido
que ayunamos, no por nuestro propio gusto sino por la voluntad de Dios y que el
ayuno es una guerra espiritual, de modo que así como hay frente al ayuno muchas
bendiciones espirituales y materiales, También hay grandes peligros, recordemos
que el enemigo tentó a Jesús durante su ayuno, es por eso que cuando ayunamos
debemos tener la cobertura pastoral, el respaldo de la iglesia y
preferiblemente debemos hacerlo en la iglesia ya que cuando ayunamos en casa no
podemos entregarnos libremente a la oración y comunión con el Señor. Si
ayunamos por nuestra propia cuenta estaremos desprotegidos en cierto sentido y
vulnerables a los ataques del enemigo, pero si ayunamos con el consentimiento
del pastor, estaremos bajo la cobertura y eso nos protegerá delos peligros que
el enemigo pueda poner para que el ayuno no sea de bendición.
TIPOS DE AYUNOS
El ayuno total. Este ayuno consiste en la abstención total de
alimento alguno, incluyendo líquidos, como el agua. Este tipo de ayuno es
peligroso si se hace por demasiados días y si no se hace guiado por el
Espíritu.
El ayuno normal.
Este es el que hacemos cuando nos inhibimos de ingerir alimentos por un período
de tiempo limitado, entre 1 día de 24 horas hasta 7 días. En este ayuno se
ingiere líquidos.
Ayuno parcial. Este tipo de ayuno consiste en una dieta limitada. A
veces nuestra carne es débil con la Coca-Cola, con el Chocolate, con los
vegetales, etc. Pues en este ayuno nos inhibimos de ingerir estos alimentos por
un tiempo. ¡No crean que es tan fácil como parece! ¿No comer chocolate? ¡Para
algunos es casi mortal! Otra forma de hacer este ayuno parcial es no comiendo
una de nuestras comidas por un período definido. Por ejemplo, no comiendo el
desayuno, o el almuerzo, por 15 días.
Finalmente
tenemos el ayuno que consiste en no ingerir alimento alguno por una o dos
noches, mientras oramos toda la noche, sin cesar. Esta oración podría ser en
intercesión, u otro tipo de oración.
Ayuno temporal. Consiste en ayunar parcial o totalmente durante un
tiempo diario, por ejemplo: Dejar de comer de seis de la mañana a seis de la
tarde diariamente durante uno o más días
¿Cómo comportamos cuando ayunamos?
Cuando ayunamos
podemos continuar con nuestras tareas diarias regulares sin mostrar que estamos
afligidos por la falta de alimento. Durante estos días de ayuno y de continuar
con nuestras tareas regulares, debemos interrumpirlas para orar, aunque sea por
breves lapsos. La idea es no hacer que nuestro sacrificio sea notado, sino que
sea algo privado entre nosotros y Dios.
Debemos ayunar en
secreto, y el deseo debería ser buscar de Dios, buscar su dirección en nuestras
vidas, ayudar a nuestro espíritu a dominar sobre nuestra carne y a estar en la
presencia del Santo de Israel lo más santificados posible.
"Cuando
ayunéis, no pongáis cara triste, como los hipócritas que desfiguran sus rostros
para mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os digo que ya tienen su
recompensa. Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro, para no
mostrar a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu
Padre, que ve en lo secreto, te recompensará en público." Mateo 6:16
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