domingo, 16 de diciembre de 2018
ISAÍAS 53: 10, 11
Jesús tiene el trabajo de interceder por la iglesia ante el Padre celestial, su inigualable sacrificio es aceptado por su Padre, quien extiende su misericordia para con nosotros, No fue facíl para Jesús recibir el vituperio y toda la humillación en la cruz del calvario, aunque Él sufrió y entregó su vida en la cruz, pero hoy ese sufrimiento valió la pena porque hay miles de personas como tu y yo que hemos creído y le adoramos de todo corazón.
No dejes de alabarle, no dejes de adorarle y de servirle a ese maravilloso Rey que entregó su vida por ti y está dispuesto a compartir su trono contigo. Se humilló para ponernos en lugares celestiales
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