DOS TIPOS DE CREYENTES
1 Corintios 3: 1 – 3.
“De manera que yo, hermanos, no pude
hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. Os
di a beber leche, y no vianda; porque aún no erais capaces, ni sois capaces
todavía, porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos,
contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres?”
La biblia describe dos tipos de
creyentes: el creyente carnal y el espiritual, la descripción no la hace
besándose en el tiempo de oración o en la capacidad de ayuno sino en los frutos visibles en la iglesia.
El celo: Una de las cosas que estaba pasando en la iglesia de
Corintos era que algunos hermanos sentían celos entre ellos, este celo era
producto del orgullo en el cual habían sido arrastrados a causa de su poca
madures, celo porque tal vez algunos creyentes eran más audaces o más atrevidos
a creer y a dejarse usar por Dios. Veamos un ejemplo de celos en las
escrituras:
Saúl
tuvo celos de David: 1 Samuel 18: 6 – 16. “Aconteció que cuando volvían ellos, cuando
David volvió de matar al filisteo, salieron las mujeres de todas las ciudades
de Israel cantando y danzando, para recibir al rey Saúl, con panderos, con
cánticos de alegría y con instrumentos de música. Y cantaban las mujeres que
danzaban, y decían:
Saúl hirió a
sus miles,
Y David a
sus diez miles.
Y se enojó
Saúl en gran manera, y le desagradó este dicho, y dijo: A David dieron diez
miles, y a mi miles; no le falta más que el reino. Y desde aquel día Saúl no
miró con buenos ojos a David.
Aconteció al
otro día, que un espíritu malo de parte de Dios tomó a Saúl, y él desvariaba en
medio de su casa. David tocaba con su mano como los otros días; y tenía Saúl la
lanza en la mano. Y arrojó Saúl la lanza, diciendo: Enclavaré a David a la
pared. Pero David lo evadió dos veces.
Mas Saúl
estaba temeroso de David, por cuanto Jehová estaba con él, y se había apartado
de Saúl; por lo cual Saúl lo alejó de sí, y le hizo jefe de miles; y salía y
entraba delante del pueblo. Y David se conducía prudentemente en todos sus
asuntos, y Jehová estaba con él. Y viendo Saúl que se portaba tan prudentemente
en todos sus asuntos, tenía temor de él. Mas todo Israel y Judá amaba a David, porque él salía y entraba delante de ellos”.
El celo de
Saúl fue producido por la Azaña que realizó David, era responsabilidad de Saúl
vencer al gigante pero el rey Saúl había perdido la visión, a causa de su
desobediencia, él estaba temeroso, había perdido la fe, pensaba que no era
posible vencer a Goliat en cambio David confiaba en el Señor, él sabía que Dios
es quien pelea las batallas de su pueblo, Saúl estaba caminando en temor y el
temor es la fe del diablo, la actitud de Saúl lo identificaba como una persona
carnal mientras que la prudencia y la fe de David lo hacía notar como una
persona espiritual, la gracia de Dios estaba sobre él de modo que el pueblo lo
amaba.
El celo es
un espíritu que influencia a la persona que no está en obediencia, una persona
que se deja llevar por el celo abre las puertas para que los demonios lo
atormenten y destruyan, en Saúl el celo lo llevó a intentar matar a David con
su lanza dos veces, su determinación era evidente, quería matarlo. El hombre o
la mujer celosa piensan en matar, muchas personas han asesinado a su pareja por
celos y algunos luego se suicidan. Esto nos da a entender lo peligroso que
puede ser un creyente celoso, celo por el ministerio, celo por la esposa o
esposo, celo por el trabajo, ¡mucho
cuidado, el celo no es de Dios!
Las
contiendas:
La segunda característica de la cual habla la escritura y es lo que el apóstol
Pablo dice que se estaba presentando en la iglesia de Corintios eran las
contiendas, Estas se presentaban por la poca madurez de los creyentes. El
creyente debe renovar su mente, su pensamiento debe ir de acuerdo a la palabra
de Dios ahora en Cristo tenemos un nuevo formato, el cual está basado en la
palabra de Dios, si nuestro juicio o nuestras acciones no van de acuerdo a la
Palabra entonces estaremos en problemas porque estaremos pensando como piensa
el mundo y esto es grave porque la mente de una persona del mundo juzga,
condena, señala, hace venganza por su propia mano, odia, siente rencor,
envidia, es hipócrita y todos los frutos de la carne se manifiestan en ella.
Veamos un
ejemplo en Gálatas 2: 11 “Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le
resistí cara a cara, porque era de condenar. Pues antes de que viniesen algunos
de parte de Jacobo, comía con los gentiles; pero después que vinieron, se
retraía y se apartaba, porque tenía miedo de los de la circuncisión. Y en su
simulación participaban también los otros judíos, de tal manera que aún Bernabé
fue también arrastrado por la hipocresía de ellos.”
Pablo no
aprobó la actitud hipócrita de Pedro y como es de saber él llevó a los otros
por el mismo camino. Muchas iglesias y comunidades de creyentes viven
situaciones similares hoy día porque sus líderes están contaminados por la
hipocresía, por la envidia y por las obras de la carne, estas traen contiendas
y rivalidades, matan y hacen morir a los creyentes que están mal fundamentados,
los que no son espirituales. La biblia dice en Romanos 12: 15 que debemos gozarnos
con el que se goza, usted debe alegrarse del que prospera en Cristo, no envidie
la bendición que Dios le ha dado a su hermano, pelee usted para que también
pueda obtener la suya pero pelee legítimamente con las armas espirituales que
son la oración , el respeto, la paz, la misericordia, la piedad, todo de
acuerdo a la palabra de Dios, entonces será un cristiano maduro, llenos de los
frutos del Espíritu, sin contiendas ni malos testimonios. Usted fue llamado por
Dios para construir un edificio espiritual con bases sólidas enclavado en la
Roca que es Cristo, mas no en el resentimiento o el rencor sea libre en Cristo
Jesús.
Las
disensiones: El
problema de la iglesia de corintios era grave porque dice el apóstol Pablo que
allí habían disensiones o contradicciones, es decir desacuerdos que causaban
desconfianza, los creyentes se sentían amenazados uno del otro, esto sucede
cuando no pensamos como Dios piensa, usted debe entender que Dios honra a quien
le honra y que él también ha llamado a Apóstoles, pastores, profetas,
evangelistas y maestros y que cada creyente cumple o debe cumplir una misión en
el reino, cada quien tiene una posición que Dios mismo le ha dado y eso no es
asunto nuestro sino de Dios, debemos madurar y entender estas cosas para que
podamos aceptar a los demás creyentes tal como Dios los ha llamado, si nuestro
pensamiento es el mismo de antes de recibir al Señor entonces no podremos
asimilar la Palabra de Dios y las cosas se saldrán de control porque estaremos
en contiendas y debates todo el tiempo. Jesús produjo disensión porque los
oyentes no estaban dispuestos a recibir la palabra (Mateo 10: 35 – Lucas 12: 51
– Juan 7: 43).
El apóstol
Pablo dice que las disensiones son necesarias: “Porque es preciso que entre
vosotros haya disensiones, para que se hagan manifiestos entre vosotros los que
son aprobados”. 1 Corintios 11: 19. Las disensiones dejan al
descubierto quién es verdaderamente espiritual y quién no porque cada creyente
se conoce o se da a conocer por sus frutos (Hechos 23: 7).
El tiempo
de Dios para tu vida es hoy, renueva tu mente y camina agarrado de la mano de
Dios escudriñando su palabra y dando frutos dignos de vida. Que el Señor te
bendiga.
Rev. R. Maestre C.
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