El milagro de la vida
El
más grande milagro que podemos ver es al nacimiento de un ser humano o de
cualquier ser vivo, la vida es un regalo de Dios, la vida es una expresión de
Dios generosa ante la creación, es el deseo de querer continuar avanzando en el
universo, pero ¿qué sentido tiene nacer si vamos a morir? Parece entonces
que el entusiasmo y el amor por la vida
se nos van apagando cuando sabemos que
moriremos, esto sucedo cuando no tenemos esperanza, cuando pensamos que al
morir acaba todo. La Biblia dice que Dios nos ha dado vida y vida en
abundancia, pero ¿cómo es eso si un día moriremos? Nacer para morir, a muchos
no les agrada la idea. Lo cierto es que la vida es solo in instante en medio de
dos eternidades pero ese instante ya había sido planeado por Dios al principio,
usted y yo vivimos y vinimos a este mundo con un propósito, Dios tiene un
propósito contigo, tú no eres fruto de la suerte ni de una broma del destino,
viniste a este mundo porque Dios te trajo y sin duda él lo planeo con un
propósito especifico, cada ser humano es diferente, no existe otra persona
igual a ti, tu eres especial tesoro de Dios, fuiste creado para la alabanza de
su nombre, a Dios le perteneces, por él
estas aquí y estarás hasta que él lo decida. Las sagradas escrituras hablan de
hombres que hicieron grandes cosas durante su vida y todos ellos fueron guiados
por Dios con un propósito, Daniel, Moisés, Sansón, Elías, Juan el Bautista y
otros profetas, antes de la fundación del mundo ya Dios lo había planeado así
porque la vida no termina al morir, la vida es solo la preparación para entrar
en lo eterno, una eternidad que ya existe antes del hombre y es en lo eterno
donde Dios quiere que entremos, que obtengamos la vida eterna, pero ¿cómo se obtiene
la vida eterna? Hay un solo camino que nos conduce a la vida eterna, se llama JESUCRISTO, no es a través de María, o
a través de Buda o a través de Mahoma, es a través de Jesús como usted puede obtener
la vida eterna, Jesús y solamente Jesús.
Dios
creó al hombre con cuerpo, espíritu y alma, es el alma quien decide por él, es
en el alma donde se toman las decisiones es por eso que el alma que pecaré, esa
morirá, al tener consciencia, nos vemos obligados a escoger entre el bien y el
mal, la consciencia es algo así como el dedo de Dios que nos alaba cuando
hacemos lo correcto o nos redarguye cuando hacemos lo malo, pero hay quienes
por su propia voluntad han escogido hacer siempre lo malo, de tal manera que la
conciencia se les ha quemado y al cauterizarse no son capases de distinguir
entre el bien y el mal, para poder entender mejor el propósito de Dios en
nuestra vida, es necesario escuchar la voz de nuestra conciencia y conducirnos
de acuerdo a lo que Dios ha establecido en su palabra para que podamos crecer
sanos y vigorosos espiritualmente en Cristo Jesús.
La
palabra de Dios dice: “que en los
postreros días vendrán tiempos peligrosos.
Porque habrá hombres amadores
de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los
padres, ingratos, impíos, sin afecto fraternal, implacables, calumniadores,
intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos,
infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de
piedad, pero negarán la eficacia de ella, a estos evita.”
2 Timoteo 3: 1-5
El
propósito de Dios al traer a un ser humano a la vida parece haber sido alterado
de algún modo al punto de encontrar personas como estas que describen las
escrituras, pero ¿Quién hizo esto? Un enemigo vino a la vida de cada una de
esas personas y les sembró en su corazón cizaña, por esta razón un cristiano
debe buscar los frutos del espíritu. “Mas
el fruto del Espíritu es amor, gozo, paciencia, benignidad, bondad, fe,
mansedumbre, templanza;” Gálatas 5:
22, 23. Los frutos del espíritu se obtienen espiritualmente, a través de la
oración el ayuno y la búsqueda de Dios, él está esperando que le pidamos para
darnos abundantemente pero cuando el hombre no camina agarrado de Dios su carne
le pedirá los deseos propios de ella “Porque el deseo de la carne es contra el
espíritu, y el espíritu contra la carne; y estos se oponen entre sí, para que
no hagáis lo que quisiereis.” Gálatas 5: 16, 17
Para
nadie es fácil cambiar su manera de vivir porque las costumbres del hombre
crean grandes fortalezas, es por eso que todo cristiano debe ser ejercitado en
el bien, en el perdón y en toda buena obra, pero para poder ejercitarse, usted
debe estar seguro de cuál sea la voluntad de Dios en su vida y esto solo lo
logra con una relación interpersonal con Dios, las experiencias que usted
vivirá con Dios son únicas, él no tratará con su vida de la misma manera que lo
hace con las demás personas, obviamente que Dios no va a quebrantar sus leyes
pero tal vez es más fácil o rápido para Dios convencerlo a usted de la forma
como se debe comportar o de abandonar un mal habito que a mí, lo cierto es que
Dios lo va a enseñar.
El
ser humano fue creado a imagen y semejanza de Dios con cuerpo, alma y espíritu,
cuando una persona recibe a Jesús en su corazón como su único y suficiente
salvador, ese vacío que tiene es llenado y empieza a caminar bajo el reino de
Dios, bajo su cobertura, entonces empieza a crecer hasta llegar al conocimiento
y la altura que Dios desea, todo depende del deseó de cada quién porque hay
quienes prefieren dar menos que otros en cuanto al conocimiento y el
crecimiento espiritual, si usted se esfuerza y estudia, dedica tiempo para la
búsqueda de Dios en oración, escudriña su palabra y vive de acuerdo a ella,
usted será un cristiano bien cimentado, maduro y de bendición para muchas
personas pero si se descuida y no ora, no ayuna no vigila, cuidado porque puede
caer y sin darse cuenta estará separado nuevamente de Dios, no se deje llevar
de los afanes de este uno, viva en fe, esperando la respuesta de Dios a sus
oraciones en todo tiempo, camine con paso de vencedor creyendo que lo que Dios
ha prometido en su palabra se cumplirá, usted es un redimido, comprado con la
sangre de Cristo, su vida vale mucho para Dios y para su familia, no
menosprecie a su familia, a las personas que le bendicen en su hogar, bendiga a
su marido a sus hijos, a su esposa si es tal el caso y viva creyendo que usted
es un hijo de Dios, que ha sido traído a esta vida con el propósito de crecer a
través de la palabra de Dios que fue diseñada para edificar a los santos, para
darle un nuevo carácter, el carácter de Cristo e introducirlo a los inmensos
prados de la gracia de Dios. “…habiendo
sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el
designio de su voluntad, a fin de que seamos para alabanza de su gloria,…”
Efesios 1: 11, 12
Dios
nos introdujo a este mundo para que fuésemos de él y para él, para que su molde
fuera formado en nosotros y entonces ser herederos de todas las cosas en Cristo
Jesús, pero hay otras opciones que usted puede conocer en la vida, hay otros
caminos que aparentemente le podrían brindar a usted dicha y felicidad porque
hay caminos que al hombre le parecen derechos pero su fin es camino de muerte.
Esta Salvación que Dios nos ofrece esta a disposición de todos, es por gracia y
por amor porque para ser salvo vino a este mundo pero es usted quien decide si
la recibe o la rechaza, no es por obra para que nadie se gloríe, tampoco por
cuan bello sea usted, mucho menos por su raza, sus ventajas o desventajas, es
por su gracia, “por gracias sois salvos
por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras,
para que nadie se gloríe. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús
para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en
ellas. Efesios 2: 8, 9
“Y andad en amor, como también
Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo
por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.
Pero fornicación y toda
inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a
santos; ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no
convienen, sino antes buenas acciones de gracias.
Porque sabéis esto, que ningún
fornicario, o inmundo, o avaro, que es idolatra, tiene herencia en el reino de
Cristo y de Dios.” Efesios 5: 1-5
El
modelo que Dios nos ha entregado es bien claro y solo basta la decisión
personal, si obedece a la palabra o la rechaza.
Amigo,
este es un buen momento para entrar en reconciliación con Dios reciba a
Jesucristo en s corazón y su vida cambiará. Que Dios le bendiga. Amén.
Rev. R. J. Maestre C.
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