jueves, 22 de noviembre de 2018

LOS PECADOS DE LOS FARISEOS

El evangelio no es una religión, el evangelio es poder de Dios para todo aquel que cree en Jesucristo como el salvador de la humanidad.

Lo cierto es que todo creyente tiene que estar apercibido ante la vida que lleva en Cristo Jesús porque si se descuida puede caer y sin darse cuenta puede perder el gozo que todo cristiano debe tener, aunque la persona sea creyente y este convencido de su fe, puede fallar en su vida como cristiano; a David le ocurrió cuando se fijo en la mujer de Urías y tuvo relaciones sexuales con ella, su desespero por ocultar el embarazo de Betsabé lo llevo a hacer cosas peores, ordeno la muerte de Urias y como consecuencia el juicio de Dios cayo sobre el, aunque Dios lo perdono, tuvo que enfrentar las consecuencias de su pecado. Muchas veces en nuestra vida diaria nos dejamos llevar de las emociones y actuamos dirigidos por nuestros sentimientos, en ocasiones he escuchado a creyentes decir: “Yo siento que debo hacer esto o hacer aquello” Si… lo cierto es que usted puede sentir ganas de hacer muchas cosas para Dios, para la obra de Dios o para usted, pero, ¿que dice la palabra de Dios al respecto, ¿será que lo que usted siente va de acuerdo a su palabra? Dios respalda su palabra y es ella la que nos orienta y nos dirige por un sendero seguro lleno de paz y tranquilidad.

En la antigüedad, Dios ordeno a profetas para que hicieran cosas que en nuestro tiempo no serian aprobadas porque quebrantan algunas leyes y no van de acuerdo a los principios de la palabra, por ejemplo: Dios mando a un hombre a casarse con una mujer prostituta y tener hijos con ella, eso lo hizo Dios para enseñarles una lección al pueblo, que en ese tiempo vivían bajo la ley, mas no bajo la gracia, no era pecado casarse con una hermana hija de su mismo padre, los reyes podían tener varias mujeres y eso era licito.

Los fariseos usaban la ley para hacer su propia voluntad y no la de Dios, le daban carta de divorcio a la mujer por cualquier causa, aunque no fuera una falta grave que afectara la moral de la familia, solamente por conseguir una mas joven o mas bonita, el templo estaba lleno de vendedores de palomas para ofrecer sacrificios porque el pecado de ellos se había convertido en negocio, iban pecaban y ofrecían expiación por el pecado continuamente.


Cuando Jesús volcó las mesas y derramo las monedas, no fue reprochado por los fariseos porque ellos eran consientes de la falta grave en la cual habían incurrido y ni siquiera el sumo sacerdote hacia nada al respecto, esa acción de Jesús le correspondía al sumo sacerdote, era el quien tenia que poner el orden en la casa de Dios pero no lo hacia porque realmente no estaba siendo dirigido por Dios y sus acciones eran simplemente el comportamiento de un religioso mas de la época.

Durante los años  que antecedieron a la venida de Jesús no hubo manifestaciones de Dios notables de las cuales se tenga memoria sin embargo existían corrientes religiosas que profesaban su fe de diferentes maneras y doctrinas libremente conocidas por todos. Jesús tuvo que enfrentar a los fariseos y saduceos, quienes eran practicantes de esas corrientes religiosas y dejar bien claro ante ellos su doctrina. Los fariseos conocían la ley y la defendían firmemente pero no tenían el amor de Dios en sus corazones, esto los hacia vulnerables ante la carne, su razonamiento reflejaba un ser no renovado en su mente y en su espíritu, llenos de vanagloria y altivez, se conducían arrogantes creyendo tener a Dios de su lado apoyándolos en sus vanos razonamientos y sin darse cuenta se habían convertido en enemigos de Dios, lo difícil de entender es que conocían el funcionamiento del mundo espiritual pero no se identificaban con el en su comportamiento. Cierto hombre que había sido sanado por Jesús dijo a los fariseos, refiriéndose a Jesús: “Pues esto es, lo maravilloso, que vosotros no sepáis de donde sea, y a mi me abrió los ojos.
Y sabemos que Dios no oye a  los pecadores; pero si alguno es temeroso de Dios, y hace su voluntad, a ese oye.
Desde el principio no se ha oído decir que alguno abriese los ojos a uno que nació ciego.
Si este no viniera de Dios, nada podría hacer.
Respondieron y le dijeron: Tú naciste del todo en pecado, ¿y nos enseñas a nosotros? Y le expulsaron.” Juan 9: 30 – 34

El hombre les recordó a los fariseos como funcionaba el mundo espiritual pero ellos no pusieron cuidado a sus razonamientos ni quisieron oírle, solo presumieron de su santidad y lo menospreciaron como pecador. Había varias razones que causaron enojo a los fariseos, su religión los tenía convencidos de guardar el día de reposo, sin importarles mas nada pero Jesús siendo mas humilde les decía: “Que hombre habrá de vosotros, que tenga una oveja, y si esta cayere en un hoyo en día de reposo, no le eche mano, y la levante?
Pues ¿Cuánto más vale un hombre que una oveja? Por consiguiente, es lícito hacer el bien en los días de reposo.” Mateo 12: 11, 12.

Otra cosa que los hacia enojar era el protagonismo de Jesús al hacer un milagro, esto causaba envidia y buscaban una razón para inculparlo por sus actos. Jesús les dijo claramente que es lícito hacer el bien en día de reposo, pero no hay peor ciego que el que no quiere ver ni peor sordo que el que no quiere oír, y cuando no hay corazones dispuestos por mas que nos esforcemos no podemos lograr nada porque quien da convicción de pecado de justicia y de juicio es el Espíritu Santo, sus corazones estaban endurecidos y no podían actuar con humildad porque no había amor en su corazón, cuando no hay amor en el corazón, el hombre esta ciego espiritualmente.
“Oyó Jesús que le habían expulsado; y hallándole, le dijo: ¿Crees tu en el hijo de Dios?
Respondió el y dijo: ¿Quién es, Señor, para que crea en el?
Le dijo Jesús: Pues le has visto, y el que habla contigo, el es.
Y el dijo: Creo, Señor; y le adoro.
Dijo Jesús: Para juicio he venido yo a este mundo; para que los que no ven, vean, y los que ven, sean cegados.
Entonces algunos de los  fariseos que estaban con el, al oír esto, le dijeron: ¿Acaso  nosotros somos también ciegos?
Jesús les respondió: Si fuerais ciegos, no tendríais pecado; mas ahora, porque decís: Vemos, vuestro pecado permanece.” Juan 9: 35 - 41

Los fariseos tenían percepción espiritual, conocían los tiempos pero no eran sinceros, llevados por su mal corazón actuaban con hipocresía.
“Vinieron los fariseos y los saduceos para tentarle, y le pidieron que les mostrase señal del cielo.
Mas el respondiendo, les dijo: Cuando anochece, decís: Buen tiempo; porque el cielo tiene arreboles.
Y por la mañana: Hoy abra tempestad; porque tiene arreboles el cielo. Nublado. ¡Hipócritas! Que sabéis distinguir el aspecto del cielo, ¡mas las señales de los tiempos no podéis!” Mateo 16: 1 - 4

Miles de personas que vemos a nuestro alrededor se conducen
El pensamiento del hombre algunas veces puede ir cautivo y perder la orientación y el buen sentido de la vida, cuando el hombre se deja llevar por los afanes, los deseos de este mundo y las riquezas, entra en un estado de angustia y desesperación que lo aleja poco a poco del plan y el propósito de Dios en su vida, por esa razón Jesús nos aconseja escudriñar su palabra porque en ella encontramos la vida eterna, ella es refrigerio a nuestros huesos y  medicina a nuestra alma

El poder del cristiano se encuentra a través de la oración y a través del ayuno, Jesús dijo a sus discípulos: Este género no sale sino con ayuno y oración

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