El evangelio no
es una religión, el evangelio es poder de Dios para todo aquel que cree en
Jesucristo como el salvador de la humanidad.
Lo
cierto es que todo creyente tiene que estar apercibido ante la vida que lleva
en Cristo Jesús porque si se descuida puede caer y sin darse cuenta puede
perder el gozo que todo cristiano debe tener, aunque la persona sea creyente y
este convencido de su fe, puede fallar en su vida como cristiano; a David le
ocurrió cuando se fijo en la mujer de Urías y tuvo relaciones sexuales con ella,
su desespero por ocultar el embarazo de Betsabé lo llevo a hacer cosas peores,
ordeno la muerte de Urias y como consecuencia el juicio de Dios cayo sobre el,
aunque Dios lo perdono, tuvo que enfrentar las consecuencias de su pecado.
Muchas veces en nuestra vida diaria nos dejamos llevar de las emociones y
actuamos dirigidos por nuestros sentimientos, en ocasiones he escuchado a
creyentes decir: “Yo siento que debo hacer esto o hacer
aquello” Si… lo cierto es que usted puede sentir ganas de hacer muchas
cosas para Dios, para la obra de Dios o para usted, pero, ¿que dice la palabra
de Dios al respecto, ¿será que lo que usted
siente va de acuerdo a su palabra? Dios respalda su
palabra y es ella la que nos orienta y nos dirige por un sendero seguro lleno
de paz y tranquilidad.
En
la antigüedad, Dios ordeno a profetas para que hicieran cosas que en nuestro
tiempo no serian aprobadas porque quebrantan algunas leyes y no van de acuerdo
a los principios de la palabra, por ejemplo: Dios mando a un hombre a casarse
con una mujer prostituta y tener hijos con ella, eso lo hizo Dios para
enseñarles una lección al pueblo, que en ese tiempo vivían bajo la ley, mas no
bajo la gracia, no era pecado casarse con una hermana hija de su mismo padre,
los reyes podían tener varias mujeres y eso era licito.
Cuando
Jesús volcó las mesas y derramo las monedas, no fue reprochado por los fariseos
porque ellos eran consientes de la falta grave en la cual habían incurrido y ni
siquiera el sumo sacerdote hacia nada al respecto, esa acción de Jesús le
correspondía al sumo sacerdote, era el quien tenia que poner el orden en la
casa de Dios pero no lo hacia porque realmente no estaba siendo dirigido por
Dios y sus acciones eran simplemente el comportamiento de un religioso mas de
la época.
Durante
los años que antecedieron a la venida de
Jesús no hubo manifestaciones de Dios notables de las cuales se tenga memoria
sin embargo existían corrientes religiosas que profesaban su fe de diferentes
maneras y doctrinas libremente conocidas por todos. Jesús tuvo que enfrentar a
los fariseos y saduceos, quienes eran practicantes de esas corrientes
religiosas y dejar bien claro ante ellos su doctrina. Los fariseos conocían la
ley y la defendían firmemente pero no tenían el amor de Dios en sus corazones,
esto los hacia vulnerables ante la carne, su razonamiento reflejaba un ser no
renovado en su mente y en su espíritu, llenos de vanagloria y altivez, se
conducían arrogantes creyendo tener a Dios de su lado apoyándolos en sus vanos
razonamientos y sin darse cuenta se habían convertido en enemigos de Dios, lo
difícil de entender es que conocían el funcionamiento del mundo espiritual pero
no se identificaban con el en su comportamiento. Cierto hombre que había sido
sanado por Jesús dijo a los fariseos, refiriéndose a Jesús: “Pues esto es, lo maravilloso, que vosotros no sepáis de donde
sea, y a mi me abrió los ojos.
Y
sabemos que Dios no oye a los pecadores;
pero si alguno es temeroso de Dios, y hace su voluntad, a ese oye.
Desde
el principio no se ha oído decir que alguno abriese los ojos a uno que nació
ciego.
Si este no viniera de Dios, nada podría hacer.
Respondieron y le dijeron: Tú naciste del todo en pecado, ¿y nos
enseñas a nosotros? Y le expulsaron.”
Juan 9: 30 – 34
El
hombre les recordó a los fariseos como funcionaba el mundo espiritual pero
ellos no pusieron cuidado a sus razonamientos ni quisieron oírle, solo
presumieron de su santidad y lo menospreciaron como pecador. Había varias
razones que causaron enojo a los fariseos, su religión los tenía convencidos de
guardar el día de reposo, sin importarles mas nada pero Jesús siendo mas
humilde les decía: “Que hombre habrá de vosotros, que tenga una oveja, y si esta cayere
en un hoyo en día de reposo, no le eche mano, y la levante?
Pues ¿Cuánto más vale un hombre que una oveja? Por consiguiente,
es lícito hacer el bien en los días de reposo.” Mateo
12: 11, 12.
Otra
cosa que los hacia enojar era el protagonismo de Jesús al hacer un milagro,
esto causaba envidia y buscaban una razón para inculparlo por sus actos. Jesús
les dijo claramente que es lícito hacer el bien en día de reposo, pero no hay
peor ciego que el que no quiere ver ni peor sordo que el que no quiere oír, y
cuando no hay corazones dispuestos por mas que nos esforcemos no podemos lograr
nada porque quien da convicción de pecado de justicia y de juicio es el
Espíritu Santo, sus corazones estaban endurecidos y no podían actuar con humildad
porque no había amor en su corazón, cuando no hay amor en el corazón, el hombre
esta ciego espiritualmente.
“Oyó Jesús que le habían expulsado; y hallándole, le dijo:
¿Crees tu en el hijo de Dios?
Respondió el y dijo: ¿Quién es, Señor, para que crea en el?
Le dijo Jesús: Pues le has visto, y el que habla contigo, el es.
Y el dijo: Creo, Señor; y le adoro.
Dijo Jesús: Para juicio he venido yo a este mundo; para que los
que no ven, vean, y los que ven, sean cegados.
Entonces algunos de los fariseos
que estaban con el, al oír esto, le dijeron: ¿Acaso nosotros somos también ciegos?
Jesús les respondió: Si fuerais ciegos, no tendríais pecado; mas
ahora, porque decís: Vemos, vuestro pecado permanece.” Juan 9: 35 - 41
Los
fariseos tenían percepción espiritual, conocían los tiempos pero no eran
sinceros, llevados por su mal corazón actuaban con hipocresía.
“Vinieron los fariseos y los saduceos para tentarle, y le
pidieron que les mostrase señal del cielo.
Mas el respondiendo, les dijo: Cuando anochece, decís: Buen
tiempo; porque el cielo tiene arreboles.
Y por la mañana: Hoy abra tempestad; porque tiene arreboles el
cielo. Nublado. ¡Hipócritas! Que sabéis distinguir el aspecto del cielo, ¡mas
las señales de los tiempos no podéis!” Mateo
16: 1 - 4
Miles
de personas que vemos a nuestro alrededor se conducen
El
pensamiento del hombre algunas veces puede ir cautivo y perder la orientación y
el buen sentido de la vida, cuando el hombre se deja llevar por los afanes, los
deseos de este mundo y las riquezas, entra en un estado de angustia y
desesperación que lo aleja poco a poco del plan y el propósito de Dios en su
vida, por esa razón Jesús nos aconseja escudriñar su palabra porque en ella
encontramos la vida eterna, ella es refrigerio a nuestros huesos y medicina a nuestra alma
El
poder del cristiano se encuentra a través de la oración y a través del ayuno, Jesús
dijo a sus discípulos: Este género no sale sino con ayuno y oración
No hay comentarios:
Publicar un comentario