viernes, 23 de noviembre de 2018

PROBLEMAS DEL MATRIMONIO


PROBLEMAS DEL MATRIMONIO
 “En cuanto a las cosas de que me escribisteis, bueno le sería al hombre no tocar mujer; Pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido. El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido. La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer. No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia.” 1 Corintios 7: 1 al 5

La iglesia de los corintios escribió al apóstol Pablo una carta para aclarar algunas situaciones que se estaban presentando con los creyentes en cuanto a los matrimonio.
Pablo responde tal vez exagerando un poco: “…bueno le sería al hombre no tocar mujer…” queriendo decir que en cada unión matrimonial se presentan situaciones que afligen a la pareja por causa del carácter de cada conyugue. Luego hace una aclaración: “Pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido.” Cómo es lógico, cada persona tiene atracción por el sexo opuesto pero en muchos casos las parejas se unen ilícitamente.
Dios puso al hombre y a la mujer en el huerto de Edén en un estado de inocencia; Adán y Eva fueron creados por Dios para ser multiplicadores de la genética de Dios. Inicialmente creó Dios a un solo hombre y de la costilla de este, hizo a una sola mujer para que procrearan y llenaran la tierra, para que se multiplicara la raza humana y esa semilla de Dios que es el hombre se extendiera en toda la tierra. “Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne;… Por tanto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne”. Génesis 2: 23, 24.
Durante ese período de inocencia muchas cosas no eran como en nuestros días, el hombre y la mujer estaban desnudos y no se avergonzaban, la raza humana tenía el deber de multiplicarse y la unión marital entre hermanos era lícita, no era mala.
Cuando la mujer comió del fruto prohibido y el hombre también obedeció a la mujer y ambos comieron, entró la muerte y con ello el período de la consciencia, entonces muchas cosas cambiaron. Dios tuvo que vestirlos porque se avergonzaban de estar desnudos. Cuando se multiplicó la raza humana en la tierra, Dios les dio unas leyes y unos estatutos para que anduvieran en sus mandamientos, así controlaría Dios el comportamiento de todo el que no entendiera la ley de la consciencia en la humanidad, porque Dios sabe que el pensamiento de los hombres tiende siempre al mal.
La unión matrimonial tiene un significado profundo para Dios, en el matrimonio son de gran valor el honor, la lealtad, la sinceridad, la confianza, el respeto y el amor. La familia es la primera institución creada por Dios en la tierra, el propósito de Dios a través de la familia es de llevar su esencia misma a través de las generaciones. Dios creó a un ente moral para coexistir con él, para que a través de ese núcleo llamado familia se movieran los valores, el respeto y la esencia misma de Dios a través de las generaciones. Cuando entró el pecado en la humanidad, ese propósito cambió, el hombre se inclinó hacia el pecado y la maldad, entonces el mundo se corrompió y por esa razón las familias comenzaron a perder la esencia del amor, el hombre se apartó de Dios.
Al principio varón y hembra los creó Dios, un hombre y una mujer, no existe un término medio, no hay un medio hombre o una media mujer, el hombre es hombre, con gustos de hombre con actitudes de hombre, con cuerpo de hombre, con genética de hombre, de igual manera la mujer es mujer, con gustos y actitudes de mujer. Los homosexuales y las lesbianas, son hombres y mujeres influenciados por un espíritu de mentira, el cual le hace creer al hombre que es mujer y a la mujer que es hombre, los matrimonios entre parejas del mismo sexo no son aprobados por Dios, sin embargo vemos cómo cada día los gobiernos aprueban este tipo de unión abominable ante los ojos de Dios. Miles de hogares han sido destruidos por este tipo de comportamiento, tanto hombres como mujeres, con sus familias legalmente constituidas han sido arrastradas por el pecado del homosexualismo y los resultados han sido fatales para el hogar, que de inmediato cae bajo esa maldición.
Existen muchas causas que llevan a los matrimonios a la destrucción, la irresponsabilidad de ambos conyugues por causa de alguna adicción, al juego, a la droga, al alcohol o la infidelidad, estos son algunas de las causas más comunes del divorcio en nuestros días pero todo esto se debe al poder demoniaco que opera en la sociedad, cada día son más las parejas que caen cautivas en las garras de Satanás, por esta razón es necesario que las familias se apoyen en Dios, que busquen la dirección y la orientación de Dios, cuando un hogar camina de espaldas al creador suceden este tipo de desastres en las familias y en la sociedad entera.
El mal comportamiento de los conyugues puede originar graves heridas, las cuales, son difíciles de sanar y en algunos casos hay pecados que se cometen contra la familia los cuales son irreparables, el matrimonio es sagrado, es una unión que se debe mantener en honor y respeto, cumpliendo lo establecido por Dios en su palabra, ser una sola carne, una sola mente y un solo espíritu, cuando hay infidelidad, entra el desprecio, la intolerancia, la falta de respeto y la mentira en la relación, esto trae consecuencias terribles para la pareja, una tercera persona no tiene cabida en una relación matrimonial porque esta situación altera el mandamiento divino, el conyugue que comete el pecado de adulterio, violenta las emociones de su pareja, el adulterio es una agresión sentimental que muchas parejas, sea el hombre o la mujer, no pueden aceptar, miles de parejas han acecinado a su conyugue por una infidelidad. El hombre que ha sido ofendido jamás aceptará ningún rescate. El orden que ofrece Dios para la pareja de esposos está basado en la fidelidad, una sana armonía en el matrimonio requiere fidelidad. El hombre debe respetar a su mujer y amarla así como Jesús amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella, de igual manera la mujer debe respetar a su marido y sujetarse a él como cabeza del hogar.
Para las parejas de cristianos no hay acepción en cuanto a estas dificultades y problemas, el mundo está lleno de aflicciones y a todos los seres humanos nos pueden tocar; cuando se presentan este tipo de problemas y dificultades en el hogar y en la pareja, la solución es llevarlos a la presencia de Dios, sin duda alguna él tendrá una respuesta, una salida y una solución al conflicto, los hogares son responsabilidad de Dios, un matrimonio unido en amor siempre contará con el apoyo y la protección de nuestro creador.
Un hogar es una institución integral formada por varios miembros, siendo la cabeza el esposo y la ayuda idónea la esposa, a partir de esta unión, se rigen las bases fundamentales para la familia, no todas las familias cuentan con la totalidad de sus miembros, algunos porque mueren y otros porque se van del núcleo familiar, a medida que van creciendo los hijos y llegan a la edad de casarse forman un nuevo hogar, un nuevo núcleo familiar, cuando los padres no son bien orientados en Dios quieren mantener con ellos a la nueva pareja de esposos, quienes entonces siguen dependiendo de los padres o suegros, esto origina grandes conflictos, la biblia es muy clara cuando dice: “Dejará el hijo a su padre y a su madre y se unirá a su mujer y serán una sola carne”  Génesis 2: 24
Un hogar debe ser dirigido por una sola cabeza, un solo esposo, cuando los padres dirigen el hogar de los hijos, se origina un desorden que puede traer como consecuencia la destrucción del matrimonio, el carácter de cada persona es diferente y los padres no pueden pensar que los hijos deben actuar y vivir como ellos piensan que sea mejor, es necesario que la pareja viva sus propias experiencias a través de las cuales crecerá como matrimonio, un padre y una madre pueden ser unos buenos consejeros para sus hijos pero jamás serán los que gobiernen el hogar de ellos. Los pueblos, las ciudades y las naciones se forman a partir del matrimonio, existen autoridades que sabemos que son puestas por Dios, las cuales gobiernan a los pueblos y naciones, de igual manera las familias que conforman estos pueblos deben ser dirigidas por los esposos y esposas para que pueda existir un equilibrio en la sociedad, cuya base es la familia.
El padre de familia debe suplir las finanzas del hogar, los recursos necesarios para el sostenimiento de la familia son responsabilidad del padre, en muchos casos y sobre todo en nuestros tiempos, las parejas comparten la carga financiera del hogar, proveer para el sostenimiento básico de la familia puede ser normal para una esposa que trabaja pero esto no le quita la autoridad al esposo, la mujer creyente debe mantenerse sujeta a su marido entendiendo que la ayuda que ella le pueda prestar hará de su hogar un núcleo familiar mucho más sólido y estable, en América latina, existen muchas culturas machistas que mantienen heridas a las familias, muchos hombres piensan que tener dos o tres mujeres les da un mayor valor en la sociedad, entonces menosprecian a su pareja, la utilizan, maltratan, violentan e ignoran. La palabra de Dios nos orienta con respecto a esto cuando nos dice que el esposo debe respetar a su mujer y amarla como Cristo amó a la iglesia y se entrego a sí mismo por ella, Amar es respetar, es cuidar y valorar las virtudes del conyugue. Hay quienes piensan que simplemente por suplir las necesidades del hogar tienen derecho de maltratar a su pareja, esta actitud equivocada de muchos padres de familia ha llevado a la destrucción de cientos de familias en el mundo entero.
 En algunos casos las parejas se acostumbran a depender económicamente de sus padres y su matrimonio termina frustrado ya que al verse subsidiados por los padres o suegros, su entorno básico se limita y no prosperan como familia, la familia debe ser independiente, con decisiones tomadas entre la pareja y con metas y proyectos a corto y largo plazo, toda pareja debe tener bien claro esto, ellos son quienes deben planear cuantos hijos deben tener y qué tipo de vida deben llevar, es necesario salir del entorno paterno para formar un hogar independiente.
Los esposos deben prepararse para ser padres, deben conocer los principios que Dios establece en su palabra con respecto al hogar, ser padre o tener una responsabilidad matrimonial no es simplemente procrear hijos, ser padres va más allá de eso, cuando una pareja se casa, entran en una gran bendición, la biblia dice: “El que haya esposa haya el bien y alcanza la misericordia de Dios”, de modo que constituir un hogar es bueno para Dios, es a través de las familias como se multiplica la genética de Dios, Dios quiere que todos los hombres lo conozcan, que todas las familias sean participes de sus promesas, que todos los hombres alcancen la salvación del alma y la vida eterna, pero esto solo se logra cuando las familias son orientadas en Dios, cuando él es el centro y el motor de cada familia, cuando cada hogar está basado en la palabra de Dios, él quiere ser llamado el Dios de todas las familias de la tierra, tu Dios, nuestro Dios.
Indudablemente los hogares y familias no solamente se gobiernan financieramente, es cierto que todo padre de familia debe suplir las necesidades financieras del hogar pero equilibradamente los padres deben suplir la necesidad espiritual de la familia, la familia debe tener un soporte espiritual, un sacerdote en el hogar, en muchos casos son las esposas las que cumplen esta función cuando los esposos no son creyentes y cuando ambos son creyentes es necesario mantener arreglado el altar familiar, una vida de oración y de búsqueda de Dios con lectura de la palabra en familia, nutre el hogar sanamente, esto debe hacerse de manera equilibrada para que los hijos puedan asimilar el trato de Dios de manera personal, la consagración y el respeto llevará a la familia unida al cielo, cuando los hijos sienten presiones por causa del evangelio o de una vida religiosa de sus padres, se rebeldizan y esto puede ser muy peligroso porque los hijos empiezan a ver el evangelio como un obstáculo para ellos, como una barrera para su vida, el evangelio debe ser lo más simple y sencillo para un hogar creyente, Dios ha prometido: “Esta palabra que he puesto en tu boca, no faltara de tu boca, ni de la boca de tus hijos ni de los hijos de tus hijos desde ahora y para siempre”. La pregunta es la siguiente: ¿Por qué esto no se ha cumplido en mi hogar? Indudablemente debe haber alguna falencia pero sé que cualquiera que esta sea Dios la podrá arreglar, tal vez pase poco o mucho tiempo pero de seguro Dios la puede arreglar, para Dios nada es imposible, lo que sí es cierto es que Dios utiliza métodos inentendibles para nosotros, algunas veces una enfermedad o una pérdida de un ser querido llevan a la familia a afirmarse en la fe, como puede ser también alguna aflicción financiera. Cada persona vive sus propias experiencias para crecer en la fe.
Las heridas del alma
Cientos de hombres y mujeres llevan la marca de su pasado, algunos has sido violados y violadas en su niñez, otros fueron maltratados o abandonados por sus padres o se criaron sin ellos, todo esto origina graves heridas del alma, muchos padres reflejan en sus hijos el trato que le dieron sus padres y sin darse cuenta trasmiten sus heridas a los hijos que están criando.
Cuando una persona recibe a Cristo como su salvador, se origina un cambio en su vida, en su cuerpo y en su espíritu pero en su alma no pasa nada, el alma debe crecer en la fe por la acción del espíritu, de modo que es necesario que el nuevo creyente empiece a leer la palabra y a creerla y más aun a convencer a su alma a través del espíritu que esa palabra es verdad porque nuestra razón se basa en la lógica mas la palabra de Dios no tiene lógica, ella se hace viva por la fe, esto significa que una persona a pesar de ser creyente puede llevar en su alma, dolores del pasado, ataduras y ligaduras por su formación en el hogar, resentimiento, tristezas, dolores y muchas otras heridas, algunas de esas heridas son sanadas por la acción del espíritu santo en el creyente y otras heridas solo podrán recibir el consuelo de Dios porque aunque sanen siempre quedará una marca, no se puede reemplazar el amor de una madre o el de un padre pero Dios si puede dar el consuelo para recibir la fortaleza ante la vida. El nuevo creyente aprende a perdonar y perdonar no es olvidar, perdonar es recordar la ofensa sin dolor, algunas veces recordamos la ofensa recibida y nos quejamos, todavía nos sentimos ofendidos, esto pasa porque todavía no hemos perdonado verdaderamente. Dios quiere que lo conozcamos y lo entendamos y para eso nos manda a leer su palabra porque en ella está la vida eterna, ciertamente conociendo la palabra de Dios lo conocemos a él y convencemos a nuestra alma que lo que la palabra de Dios dice es verdad, así se incrementa nuestra fe, la cual viene por el oír la palabra de Dios. Cuando una pareja de creyentes es consciente de esto, su hogar se fortalece en Dios.
Una pareja matrimonial debe sacar tiempo para ellos, debe compartir y disfrutar de las bendiciones que Dios le da, su relación afectiva debe ser como era antes del matrimonio, pasear y recrearse juntos hará mucho más agradable la relación matrimonial.
El poder del perdón
Las relaciones entre parejas, aunque parezcan muy sanas, a menudo son afectadas por golpes muy fuertes que dejan heridas muy difíciles de sanar. Para quienes han sido presa de la infidelidad,  del engaño, del menosprecio, del maltrato, es muy difícil volver a la sana harmonía que produce una vida plena basada y fundamentada en el amor. Por esta razón hoy hay miles de parejas que caminan rumbo al divorcio porque se ha perdido el respeto y la relación entre pareja se convierte en un fracaso total.
Los problemas y los desacuerdos no van a faltar en una relación de pareja, cuando hay maltrato verbal, se llega a un punto muy peligroso en la relación, entonces surgen las griterías, se pierde el respeto y en algunos casos llegan los golpes, al llegar a ese extremo es muy difícil el perdón, es entonces cuando nace el resentimiento, cientos de mujeres en la iglesia están resentidas con sus maridos porque un día fueron gravemente ofendidas y este resentimiento genera un rechazo hacia su pareja, esta situación lleva, en algunos casos, al hombre a la infidelidad porque no se siente correspondido, pero cómo podrá ser correspondido por su pareja si su comportamiento no ha sido el mejor; el amor hay que regarlo, el hombre debe preparar las condiciones para el buen trato de su pareja, el esposo debe ser consciente que necesita regar su jardín, un detalle, una palabra bonita, un abrazo, estimulará a su pareja, reconocer que se ha equivocado y pedir perdón le puede dar una oportunidad al reconcilio, la mujer también debe comprender al esposo y sobrellevar las cargas, el carácter de la pareja no siempre será el mismo, es por eso que la mujer debe tener en cuenta estos factores para mantener su relación.
¿Cómo encontrar una salida ante esta situación?
Las más grandes fortalezas creadas en el matrimonio se originan a través del perdón, el amor, el dialogo y la verdad. Cuando se confiesa la verdad se recibe liberación en el alma y cuando se otorga el perdón se origina una fortaleza en el matrimonio. Un matrimonio fuerte debe estar basado en el perdón, el respeto y la comprensión.
Perdonar es una decisión del alma, la falta de perdón puede originar graves problemas en el carácter de una persona, algunas personas afirman que enfermedades como el cáncer se originan por una raíz de amargura derivada de la falta de perdón, cuando no hay perdón hay resentimiento y el resentimiento produce rechazo hacia la persona, este mal lo viven miles de parejas que se mueven por la vida aparentemente sanos pero al escucharlos se refleja el resentimiento y su comportamiento siempre está a la defensiva, muchos dicen que todos los hombres o mujeres son iguales que no vale la pena ser fiel o ser sincero, que todos pagan con la misma moneda, es absurdo juzgar a todos los hombres o a todas las mujeres por el error de uno solo, sin embargo esta situación ha originado muchos divorcios y hasta muertes por venganza, celo y desconfianza.
Jesús nos enseñó a perdonar, cuando fue llevado a la cruz resistió los golpes e insultos por amor de la humanidad, hoy ha recibido el más grande nombre que es sobre todo nombre y tenemos bien claro que él juzgará todas las cosas, si bien es cierto algunas veces tenemos que evitar a ciertas personas como precaución pero debemos perdonar y olvidar, la palabra de Dios dice que en los postreros días vendrían hombres avaros, vanagloriosos, crueles, intemperante, sin afecto fraternal, ingratos y más a estos evita.
¿Por qué debemos perdonar?
La falta de perdón es como un comején, como una polilla que come por dentro la vida de la persona, cuando se origina el resentimiento se pierden los valores, el respeto mutuo y se comienza a aborrecer a la persona, sin duda eso es una enfermedad que mata los sentimientos, las actitudes del alma, entonces se pierde la sonrisa, porque no hay alegrías y se maquinan muchas cosas negativas que traen desdicha y desventuras. El amor es sufrido, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta, no se envanece, nunca deja de ser, porque el amor es eterno.
Hay quienes dicen que el que perdona olvida pero eso no es cierto, perdonar no es olvidar, perdonar es recordar el daño recibido y que ese recuerdo no nos duela, eso es perdonar.
Amigo, si usted está viviendo desdichas y desventuras, si no encuentra sentido a su vida, si su corazón se ha endurecido, si no ha podido perdonar, este es un buen momento para pedirle a Jesús que le ayude en esa debilidad, él le puede ayudar a perdonar, él puede tener misericordia de usted para que cambie su comportamiento y sea libre de esa ligadura que le ata y sin temor a equivocarme su vida cambiará, Dios nos enseña a perdonar, él nos ha dado el más grande ejemplo del perdón, entregando a su hijo unigénito a morir por los pecadores; Jesús fue a la cruz del calvario, fue humillado, menospreciado, golpeado y aun así tuvo compasión por los pecadores, sus palabra fueron: “Pare perdónalos porque no saben o que hacen”.
Referente a los esposos
Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo”. 1ª Pedro 3: 7.
Todos aquellos hombres que tienen una esposa, que tienen una familia, podrán corregir todas aquellas fallas, todos aquellos errores para que el hogar pueda conducirse mucho más provechosa y exitosamente.
Muchas mujeres creyentes quieren que sus esposos cambien porque la vida que llevan en su hogar es un terrible fracaso, llanto, griterías, peleas, desacuerdos, un caos total. Para que haya un cambio en la conducta del ser humano es necesario ser instruido en la palabra de Dios, la cual es quien nos puede cambiar, cuando la palabra nos revela su verdad, entonces debemos convertirnos en hacedores de esa palabra, cuando un creyente oye la palabra pero no la práctica, nunca cambiará.
Referente a las esposas
El deleite
Ezequiel 24: 16
Las relaciones íntimas en el matrimonio fueron creadas por Dios para deleite y para procreación, en la visión natural el enemigo le ha hecho creer al hombre que el pecado de Adán y Eva fue el sexo, una equivocada idea para destruir y que el sexo es una bendición de Dios para la pareja. Cuando dos personas se unen en una relación intima son una sola carne, una sola mente, un solo espíritu, es por consiguiente que un creyente debe unirse en amor porque cuando se une con una ramera peca contra su poprio cuerpo ya que se ace uno con ella, durante la unión marital el Espíritu Santo está presente por tal razón es importante la relación íntima en la pareja para la santifiacación, durante esa unión no cabe otro espíritu.
Muchas mujeres hacen negocio con su esposo para cumplir con su deber conyugal: duermo contigo pero si me das esto o aquello… Es una actitud muy común en algunos matrimonios que suele ser peligroso para la pareja La biblia dice No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia. (1 Corintios 7: 5. )
¿SE PREPARÓ PARA SER PADRE?
Por lo general, las personas se preparan según su gusto o vocación para ser: Médicos, administradores de empresas, abogados, ingenieros y profesionales en general; estudian y se esfuerzan para adquirir una profesión con la cual “ganarse la vida” y vivir cómodamente. Algunos con menos recursos, se entrenan en alguna academia o institución de enseñanza no formal para ser técnicos, otros aprenden en la marcha cualquier oficio que les permita conseguir el sustento para su familia, es decir, nos preparamos y estudiamos buscando un futuro mejor.
Hay profesiones que exigen gran esfuerzo y dedicación. Nos preparamos para todo, menos para ser padres; algunos hacen un curso pre matrimonial o seminarios, con la esperanza de tener un matrimonio armonioso, creen que ser padres es lo más natural y fácil.
El padre es el guía espiritual del hogar, es la autoridad que Dios ha establecido para dirigir la familia, es atreves del padre como se reciben las bendiciones para el hogar, el padre debe ser el motor que impulse a la familia en el área espiritual, las mismas funciones que debe ejercer el padre de familia, como son, el sostenimiento de la casa desde el punto de vista financiero y material, también lo debe hacer el padre desde el punto de vista espiritual, Dios ha establecido al padre como la cabeza del hogar y cuando no hay padre, el hogar camina descuadrado, sin el orden divino, por esta razón se originan problemas que afectan las emociones de los miembros de la familia, ser padre es ser responsable de la crianza y el bien de todos en el hogar tanto física, mental, material y espiritualmente.
Si nos preparamos adecuadamente para ser padres será más fácil resistir las envestidas del enemigo, los riesgos de la vida y los triunfos en el hogar, porque estaremos orientados en ser buenos padres, para ser un buen padre se necesita recibir el conocimiento de parte de Dios, él es un padre bueno, él es nuestro padre celestial, si conocemos a Dios y lo entendemos nuestra vida espiritual crecerá notablemente, de igual modo nuestros hijos deben conocernos y entendernos como padre que somos para que también puedan desarrollarse sanamente en todas las áreas de la vida, tanto física como espiritual; hay padres que maltratan a sus hijos, que confunden el respeto con el temor, de tal manera que infunden temor y sus hijos antes que respetarlos, le temen y esto suele ser muy peligroso porque los hijos pierden la confianza y lo que aparentemente se ve normal puede traer graves consecuencias en el hogar. Un padre debe dar un buen ejemplo de lealtad, amor y pureza a sus hijos, para que ellos imiten el modelo de padre basado en el respeto, cuando hay problemas a causa de difíciles decisiones que se toman en el hogar, en las cuales también intervienen otros miembros de la familia, la mejor manera de arreglarlos es buscando la presencia de Dios, los problemas, las falencias, los errores y las malas decisiones, se queman en el altar de Dios, por eso todo padre debe buscar la orientación de Dios, sabiendo que nos podemos equivocar, pedir perdón y otorgarlo según el caso, el hogar es una institución que debe estar fortalecida a través de la confianza de sus miembros, todos podemos fallar y corregir nuestros errores.
Los hijos un día también serán padres y madres, así funciona el sistema, somos entes multiplicadores, de la genética de Dios, si usted como padre siembra discordia, resentimiento, maltrato, gritería, maledicencias, seguramente no estará multiplicando la genética de Dios porque Nuestro Dios no es así, corrija eso sea como su padre: Santo como él es santo.
La gran mayoría de los hombres creen que su obligación como padres es proveer el sustento y dejar en manos de la madre la crianza de los hijos, no se dan cuenta que su labor como padres va más allá. El padre es la cabeza del hogar, es el guía espiritual de la esposa y los hijos, es el modelo de hombre tanto para los hijos como para las hijas. (1 Timoteo 3: 2-4; Proverbios 22: 6).
Cuando falta el padre los hijos se levantan sin el modelo paterno, esto afecta su auto imagen y sus relaciones interpersonales.
Cuando hace falta la madre, los hijos no reciben el afecto maternal y esto causa un vacío en el alma, sus sentimientos son afectados generando depresión o estado de tristeza.
Nuestra sociedad está en crisis porque la familia está en crisis, esto afecta a los pueblos, las ciudades y al mundo en general. Cuando el padre abandona el hogar y no cumple con su función , la madre tiene que hacer el papel de padre también, usted puede hacer que la cosas cambien para la sociedad tomando posesión del lugar que Dios le ha dado, ejerciendo el liderazgo en el hogar, cumpliendo con su responsabilidad, siendo modelo, guía, consejero y amigo de sus hijos.
Ser padre es un gran privilegio, pero también es una gran responsabilidad, necesitamos la sabiduría y el amor de Dios para ser el padre que necesitan nuestros hijos.
¿Qué características debe tener un buen padre?
Un buen padre debe ser muy comprensivo, es obvio que el padre pasó por la niñez, la infancia y la adolescencia y si nos hemos preparado adecuadamente, entenderemos que en cada etapa de la vida ocurren cambios naturales, tanto físicos como mentales y hormonales durante el crecimiento de nuestros hijos, en la adolescencia se despiertan emociones y maduramos como individuos sociales, durante ese periodo de la vida, los jóvenes quieren vivir nuevas experiencias, la confianza de los padres hacia los hijos es fundamental para el crecimiento del individuo en esta etapa de la vida.
Un buen padre debe evitar la incomprensión intrafamiliar, debe ser responsable y enseñar a sus hijos un sin número de valores éticos y morales, debe velar por el buen desarrollo físico y mental del joven, esto no se puede lograr sin la ayuda de Dios. Josué estaba bien ubicado al respecto “…Yo y mi casa serviremos al Jehová” Josué 24: 15
Dios creó al hombre con cuerpo, alma y espíritu, es en el alma donde están las emociones, los deseos, los gustos, la responsabilidad del individuo, es el alma quien toma las decisiones,. Sean buenas o sean malas “…el alma que pecare esa morirá” Ezequiel 18: 4; esta formación tripartita fue diseñada por Dios con la intención de darla la oportunidad a hombre de ser redimido en caso de que desobedeciera a Dios, en caso de que pecara (Se revelas contra Dios).
El hombre no fue creado en serie, Dios estableció un orden de procreación “Y dijo Dios fructificad y multiplicaos, llenad la tierra, y sojuzgadla” Génesis 1: 28. Quiere decir esto que el proceso del hombre como agente multiplicador está basado en la unión de parejas de hombres y mujeres, este orden se llama familia, la familia es la primera institución creada por Dios en la tierra, antes que existiera la iglesia, la nación o los estados, ya existía la familia, algunas familias presentan un desorden causado por el pecado, este desorden produce consecuencias terribles para la sociedad, cuando una familia es abandonada por el padre, los hijos no pueden ver el modelo paterno y esto ocasiona una herida en el alma de los hijos y de la madre, un resentimiento que en algunos casos puede llevar al hijo a querer acecinar a su propio padre, se va a las drogas o a la delincuencia, igual pasa con la ausencia de la madre.
Para sentir el amor de madre es necesario ser madre, solo cuando una madre da a luz un hijo o cuando lo cría, nace en su alma el amor de madre, este sentimiento divino ha querido ser alterado por el mal a través del aborto, pensando que acecinando a una criatura puede borrar efectos sociales, morales y un sin número problemas que se pudieran presentar a partir de ese embarazo.
Algunas mujeres han sido engañadas y luego del embarazo son abandonadas, lo cual origina un terrible odio hacia ese hombre ausente, odio que es descargado en una criatura no deseada desde el vientre, luego golpes y maltratos por la falta de perdón hacia ese padre irresponsable.
Cuando los hijos son abandonados por sus padres, se producen desordenes en el alma como resentimiento, orgullo, temores, inseguridad, un niño abandonado es presa fácil de la delincuencia, puede ser atrapado por un monstruo que lo devore poco a poco.
Algunos padres ignoran el valor de las palabras, el poder que hay en ellas y al expresarse de manera negativa acerca de sus hijos pueden ocasionarles heridas en el alma “Tu no sirves para nada, tú eres un bruto”
El rechazo de los padres hacia sus hijos puede herir profundamente el alma, un hijo rechazado baja su autoestima.
Algunos niños que no tienen a sus padres a su lado no pueden enfrentar libremente a la sociedad porque el diseño del orden de Dios está incompleto.
Nuestra sociedad está herida de muerte, el alma del ser humano está deteriorada, por esta razón las familias no funcionan bien, el resentimiento y la falta de perdón han ocasionado un caos que afecta a los pueblos, las ciudades y los países.
Amigo, hoy Dios te ofrece sanidad para tu alma, para llenar los vacíos ocasionados por la vida, por nuestras malas decisiones o por los golpes recibidos por nuestros padres y por los conflictos intrafamiliares, es Jesús en quien está la reconciliación y restauración para el alma herida, abre tu corazón y recíbelo como tú único y suficiente salvador y él sanará las heridas de tu alma.
Recuerda que de nuestro padre celestial recibimos todas las cosas, además de enseñarnos a conducirnos de la manera correcta en la vida, recibimos algo muy valioso que es la comprensión, Dios nos comprende tanto que en nuestra infidelidad él permanece fiel.
Que Dios te bendiga. Amén

1 comentario:

  1. ¿Estás desconsolado? No te enojes, deja que el Dr. Sunny te ayude a recuperar a tu ex. “Tengo 5 años de casada con 2 hijos y vivo feliz con mi familia hasta que las cosas empiezan a ponerse feas conmigo y mi esposo, lo que nos lleva a discusiones casi siempre… empeoró en el momento en que mi esposo pidió una divorciarme… Hice lo mejor que pude para cambiar de opinión y quedarse conmigo porque lo amaba con todo mi corazón y no quería perder a mi esposo pero todo no funcionó… Salió de la casa y siguió con la demanda. un divorcio... Supliqué e intenté todo, pero nada funcionó. El avance se produjo cuando alguien me presentó a este gran locutor llamado Dr. Sunny, quien finalmente me ayudó... Nunca he sido fanático de cosas como esa, pero simplemente decidí inténtalo porque estaba desesperada y no tenía otra opción... Me lanzó el hechizo y las cosas salieron muy bien como prometió y mi esposo cambiaría de opinión y se iría a casa a quedarse conmigo y con sus fans y prometer no volver a lastimarme nunca más. viva felizmente así con la ayuda del Dr. Sunny. Para obtener más información sobre c Póngase en contacto con el Dr. Sunny, póngase en contacto con: drsunnydsolution1@gmail.com o WhatsApp por teléfono al +2348082943805

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